Lesiones deportivas

¿Cómo tratar una lesión deportiva para una pronta recuperación?

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Practicar deporte es una de las mejores formas de mantenerse saludable y activo, pero a veces, el entusiasmo puede llevarnos a sufrir alguna lesión. Lo bueno es que muchas de ellas pueden prevenirse y tratarse adecuadamente, permitiéndote volver a tu rutina en poco tiempo. 


¿Te gustaría saber cuáles son las lesiones más frecuentes, cómo prevenirlas y qué hacer si te ocurre una? Seguí leyendo y enterate de todo lo que necesitas para cuidar tu cuerpo mientras disfrutas de tus deportes favoritos.

Lo que debes saber sobre las lesiones deportivas

El término lesión deportiva, se refiere a los tipos de lesiones que ocurren con mayor frecuencia durante la práctica de deportes o ejercicio. Las lesiones deportivas son resultado de accidentes, pero otras pueden surgir debido a factores como:

 

  • Prácticas de entrenamiento inadecuadas: No seguir un plan adecuado puede sobrecargar tu cuerpo, generando lesiones.
  • Equipamiento incorrecto: Usar el equipo adecuado es esencial para proteger tu cuerpo y mejorar tu rendimiento.
  • Falta de preparación física: Un buen estado físico es clave para evitar que tu cuerpo se vea sobrecargado durante el ejercicio.
  • Calentamiento y estiramiento insuficientes: Calentar y estirar adecuadamente prepara tus músculos para el esfuerzo, reduciendo el riesgo de lesión.

 

Aunque cualquier parte del cuerpo puede verse afectada, es común que estas lesiones afecten los músculos, huesos y tendones. Por suerte, la mayoría de ellas pueden prevenirse y, en caso de sufrir alguna, es posible hacer tratamientos para recuperarte.

Lesiones articulares comunes

Lesiones articulares comunes

El hombro es una de las articulaciones más importantes del cuerpo y es especialmente vulnerable a lesiones en deportes de contacto. Además, las articulaciones, como las de la rodilla y el codo, también son propensas a sufrir lesiones deportivas.

¿Cómo se produce una lesión articular y cuáles son los síntomas?

Una lesión articular puede producirse mientras andas en bicicleta, practicas, deportes de contacto o en un accidente de tránsito. Entre las lesiones articulares más comunes se encuentran: Rodilla del corredor, síndrome de plica de la rodilla y desgarro del manguito rotador (hombro).


A continuación te presentamos los síntomas más comunes y te explicaremos cómo puedes tratar algunas de esas lesiones:

 

Síntomas de lesión articular

  • Inflamación
  • Enrojecimiento
  • Hinchazón
  • Reducción del rango de movimiento

 

Medidas que puedes tomar

Enfriamiento: Aplica el protocolo R.I.C.E.R (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación y Rehabilitación) para reducir la inflamación y el dolor.

Accesorios ortopédicos: Mejoran la estabilidad articular.

Terapia de calor: Alivia la rigidez y la artritis en la rodilla.

Lesiones comunes de músculos y tendones

Lesión de músculos y tendones

¿Te ha pasado que, tras usar en exceso una parte de tu cuerpo, sientes molestias musculares? Nuestros músculos y tendones, que son los tejidos que conectan los músculos a los huesos, necesitan estar en buena forma para estabilizar adecuadamente las articulaciones. Cuando se debilitan, ofrecen menos resistencia y corren un mayor riesgo de lesiones.

Si un músculo o tendón se estira demasiado o se utiliza repetidamente, puede provocar dolor y dificultad para moverse, lo que conocemos como distensión. Estas molestias pueden aparecer de forma repentina o desarrollarse con el tiempo debido al uso constante.

Algunas lesiones comunes incluyen la tendovaginitis, que es la inflamación de la vaina que rodea el tendón, y la tendinitis, que se refiere a la inflamación del tendón en sí. ¡Pero no te preocupes! En estos casos, el frío y el calor serán tus grandes aliados para ayudarte a recuperar tus tendones rápidamente.

Síntomas de tendovaginitis y tendinitis

  • Dolor en el tendón
  • Dolor en la espinilla
  • Rigidez
  • Debilidad
  • Reducción del rango de movimiento.
  • Las articulaciones pueden volverse inestables debido a músculos debilitados.

 

Medidas que puedes tomar

  • Para lesiones agudas: Para ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor, aplica el protocolo R.I.C.E.R (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación, Rehabilitación).
  • Para lesiones crónicas: Usa terapia de calor que alivia el dolor, reduce los espasmos musculares y mejora la circulación en el área afectada.
  • Rehabilitación: En la fase de recuperación, ejercicios como las elevaciones de talón fortalecerán los músculos y mejorarán la resistencia.

 

Tipos de lesiones en ligamento

Lesión de ligamento

Los ligamentos son los encargados de unir nuestros huesos y de mantener las articulaciones en su lugar. Gracias a ellos, podemos movernos y realizar actividades complejas en el deporte. Pero, ¡cuidado! Estos tejidos conectivos son muy susceptibles a las lesiones, especialmente cuando hacemos un uso excesivo de ellos.

Deportes de contacto como el fútbol, un golpe inesperado o un tropiezo pueden poner a prueba la resistencia de nuestros ligamentos. Cuando esto sucede, se produce lo que conocemos como un esguince.

El ligamento cruzado anterior (LCA), ubicado detrás de la rodilla, es uno de los más comunes en lesiones, especialmente en actividades intensas. Otro que suele verse afectado es el ligamento talofibular anterior del tobillo.

Ya sea durante una actividad física intensa o un movimiento inesperado, es importante conocer los escenarios en los que se pueden producir estas lesiones, para estar más preparados y evitar mayores complicaciones.

Causas comunes de lesión de ligamentos

  • Torcer la rodilla
  • Recibir un golpe en la rodilla
  • Extender demasiado la rodilla
  • Saltos descontrolados
  • Frenar de golpe al correr
  • Cambios bruscos de peso

 

Síntomas a tener en cuenta

  • Dolor intenso que aparece de repente

 

  • Un chasquido o ruido durante la lesión
  • Hinchazón en la zona afectada
  • Sensación de que la articulación está inestable
  • Dificultad para soportar peso en el área lesionada

Medidas que puedes tomar

Para los ligamentos desgarrados, el hielo es tu mejor amigo. Aplica hielo siguiendo el método R.I.C.E.R (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación, Rehabilitación).

Si te torciste un tobillo, reduce el peso sobre la articulación y aplica hielo en la zona durante 10 a 15 minutos, 3 o 4 veces al día. Después de aplicar RICER, comprime la articulación con un vendaje para reducir la hinchazón.

Para insuficiencias crónicas y lesiones de ligamentos relacionadas con inestabilidad, los accesorios ortopédicos pueden ser de gran ayuda.

Factores de riesgo

  • Tensión muscular: Los músculos tensos son más propensos a distenderse. Incluir ejercicios de estiramiento en tu rutina diaria ayuda a reducir este riesgo.
  • Falta de forma física: Músculos débiles y sin acondicionar soportan menos el esfuerzo del ejercicio, lo que los hace más vulnerables. Evita exigirte demasiado al correr y aumenta tu ritmo gradualmente.
  • Desequilibrio muscular: Si un grupo muscular es mucho más fuerte que su opuesto, el riesgo de distensión aumenta. Esto es común en los isquiotibiales, que se fatigan más rápido que músculos más fuertes, como los de la pantorrilla.
  • Fatiga muscular: El agotamiento limita la capacidad de los músculos para absorber energía, lo que los hace más susceptibles a lesiones.

Conocimientos técnicos: El método RICER

Médoto RICER

Si sufres un esguince o torcedura, aplicar R.I.C.E.R (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación y Rehabilitación) es fundamental como primeros auxilios. Esta técnica ayuda en casos de esguinces, dolor muscular y hematomas menores.

¿Qué es el método RICER?

El método RICER es el enfoque más recomendado para recuperarse de una lesión y prevenir daños mayores en la zona afectada. Las primeras 24 a 48 horas son cruciales para tratar lesiones deportivas agudas, ya que el tejido dañado, como músculos o vasos sanguíneos, puede causar hinchazón y edema, y es fundamental controlar estos síntomas para evitar complicaciones.

RICER paso a paso: cómo aplicar esta técnica

La regla RICER es efectiva porque cada paso ayuda a reducir la hinchazón y aliviar el dolor tras una lesión.

1. Reposo: dale un descanso a tu cuerpo

Ante cualquier lesión, lo primero es descansar la zona afectada. Evita mover la articulación o la parte del cuerpo lesionada para prevenir más daños. No solo debes parar inmediatamente, sino también descansar durante el tiempo recomendado por tu médico o fisioterapeuta.

2. Hielo: enfría la zona lesionada

Aplicar hielo o un spray frío justo después de la lesión ayuda a reducir el dolor, la hinchazón y el sangrado interno. Usa una compresa fría (nunca directamente sobre la piel) y aplícala durante 15 a 20 minutos. Repite cada pocas horas.

3. Compresión: controla la hinchazón

Usa una venda elástica, cinta o aparato ortopédico para comprimir la zona. Esto evitará una mayor hinchazón, pero asegúrate de no apretar demasiado.

4. Elevación: usa la gravedad a tu favor

Eleva la parte lesionada sobre el nivel del corazón para reducir la hinchazón. Usa una almohada o cabestrillo, y mantén la zona elevada tanto como sea posible durante las primeras 48 horas.

5. Rehabilitación: consulta a un especialista

Finalmente, asegúrate de ver a un médico o fisioterapeuta para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento. Esto es crucial para una recuperación completa.

5 formas de evitar lesiones deportivas

Recuerda que es fundamental tomar precauciones para evitar lesiones, pero siempre consulta a un profesional de salud para un diagnóstico preciso. Aquí te presentamos cinco formas simples de prevenir lesiones deportivas.

 

  1. Calienta bien antes de entrenar
    Asegúrate de preparar tu cuerpo con un buen calentamiento para evitar tensiones y lesiones.
  2. Empieza gradualmente
    Si eres nuevo en el deporte o has tenido un descanso, aumenta la intensidad poco a poco.
  3. Usa buena técnica
    Mantén una postura adecuada y busca la orientación de expertos si es necesario.
  4. Equipo de seguridad adecuado
    Usa el equipo correcto, como zapatos cómodos, y asegúrate de que esté en buen estado. Protege tobillos y rodillas si es necesario.
  5. Enfría y relaja tus músculos
    Después de hacer ejercicio, estira y relaja los músculos para evitar dolores al día siguiente. El gel refrescante con mentol y cafeína, como el de Hansaplast, puede ayudar a aliviar el malestar muscular.

¿Cuándo usar frío o calor en una lesión?

Las compresas frías y calientes son tratamientos comunes tanto en lesiones deportivas como en ortopedia. Pero, ¿cuándo deberías usar hielo o calor? Aquí te explicamos cómo elegir el tratamiento adecuado y cuánto tiempo aplicarlo.

Tratamiento con frío

Tratamiento de lesión con frío

El frío es ideal para reducir la hinchazón y aliviar el dolor, especialmente en lesiones recientes (primeras 48 horas). Aplica compresas frías inmediatamente tras un esguince o golpe para minimizar la inflamación y controlar el dolor.

Para lesiones crónicas, como aquellas por uso excesivo, el frío se aplica después de la actividad física para calmar la inflamación. Recuerda no usar hielo antes de hacer ejercicio en este tipo de lesiones.

Tratamiento con calor

Ayuda a aliviar las lesiones

El calor es una solución efectiva que aumenta el flujo sanguíneo, relaja los tejidos, mejora la movilidad y alivia el dolor. 

Aquí tienes un breve resumen del momento indicado para usar calor o frío en una lesión deportiva:

Cuándo usarlo

Hielo

Calor

Usa hielo después de una lesión aguda, como un esguince de tobillo, o después de actividades que irriten una lesión crónica, como la periostitis tibial.

Utiliza calor antes de realizar actividades que irriten lesiones crónicas. El calor puede ayudar a aflojar los tejidos y relajar las zonas lesionadas.

 

Cómo hacerlo

Hielo

Calor

Existen varias formas de aplicar hielo sobre una lesión. Las compresas frías son uno de los métodos más prácticos, aunque también existen en aerosol.

Existen varias formas de aplicar calor para relajar músculos tensos. Se pueden usar compresas calientes o baños tibios.

 

Por cuánto tiempo

Hielo

Calor

Aplica tratamientos con hielo durante no más de 20 minutos por vez. Demasiado hielo puede causar daño y no significará un mayor alivio.

No es necesario aplicar un tratamiento térmico durante más de 20 minutos seguidos. Nunca apliques calor mientras duermes.

 

Recuerda que estos consejos no sustituyen la consulta médica. Si sospechas de una lesión, uso excesivo de las articulaciones o una posible fractura, consulta a un profesional de salud. Busca ayuda médica inmediata si tienes enrojecimiento, hinchazón, fiebre en las articulaciones, dolor intenso o síntomas neurológicos como entumecimiento o pérdida de movimiento.

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